jueves, 2 de junio de 2011

BACTERIAS CONTRA MICROBIOS EN LA CARRERA DE CREAR BIOCOMBUSTIBLE

En un intento por proporcionar combustible limpio y más seguro para el medio ambiente para la industria del transporte, los expertos de la Universidad de California en Berkeley (UCB) han diseñado las bacterias que son capaces de producir biocombustibles similar a la gasolina diez veces mejor que los microbios.
 
El avance podría provocar una competencia entre los equipos de investigación utilizando cualquiera de los dos tipos de microorganismos, y es la gente y la naturaleza que finalmente podrían beneficiarse de ella.
 
El estudio fue dirigido por el profesor de química de la UCB, Michelle C. Y. Chang, quien fue ayudado por los estudiantes graduados Brooks B. Bond-Watts y Robert J. Bellerose. Los detalles fueron publicados en el último número de la revista Nature Chemical Biology.
 
Los científicos decidieron centrar su atención en la química n-butanol, que es la forma más básica y común de butanol. Esta sustancia fue propuesta hace tiempo como posible sustituta de la gasolina y diesel, explica el equipo.
 
Como tal, el grupo de UCB decidió investigar las propiedades de una bacteria llamada Clostridium, que se comprobó que produce n-butanol naturalmente. Los expertos, a continuación, modificaron genéticamente el organismo.
 
Sin embargo fueron suficientemente conscientes para evitar un problema que otros científicos tuvieron al momento de hacer la misma cosa. Esto no es la primera vez que se toman enzimas responsables de la producción de butanol del Clostridium y se introducen en otros organismos, tales como la E. coli.
 
Sin embargo, los experimentos anteriores sólo fueron capaces de estimular la producción de butanol a medio gramo por litro, demasiado bajo como para permitir que el combustible se venda a precios más bajos que los de la gasolina y el gasóleo.
 
Uno de los principales problemas que encontraron fue que las mismas enzimas que crean butanol en estos organismos también eran responsables volver a convertirla en sus constituyentes primarios.
 
Para evitar este problema, el equipo de UCB reemplazó dos de las cinco enzimas de la bacteria Clostridium con componentes químicos similares, pero de otros microorganismos.
 
La bacteria E. coli modificada de esta manera fue capaz de mantener un nivel de producción de butanol de 5 gramos por litro, 10 veces más alto que sus homólogos del sistema industrial microbiano.
 
“Es más fácil de trabajar con nuestro material, y tenemos una oportunidad de hacerlo aún mejor. Estamos llegando a rendimientos donde, si podríamos hacer dos o tres veces más, podemos probablemente comenzar a pensar en el diseño de un proceso industrial basado en ella”,

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